TRABAJO CON PADRES DE HIJOS DISLÉXICOS
M. Thomson define la dislexia como:
Una grave dificultad con la forma escrita del lenguaje, que es independiente de cualquier causa intelectual, cultural y emociona. Se caracteriza porque las adquisiciones del individuo en el ámbito de la lectura, la escritura y el deletreo, están muy por debajo del nivel esperado en función de su inteligencia y de su edad cronológica. Es un problema de índole cognitivo, que afecta a aquellas habilidades lingüísticas asociadas con la modalidad escrita, particularmente en paso de la modalidad escrita, particularmente el paso de la codificación visual a la verbal, la memoria a corto plazo, la percepción de orden y la secuenciación.
La realidad es que, aunque aparece como una seria dificultad para aprender las nociones espaciales de lectoescritura, en la edad adulta el disléxico puede estar perfectamente adaptado a la sociedad. Prueba de ellos son los grandes hombres que han sido disléxicos en la historia y, sin embargo, son grandes genios, como Leonardo da Vinci, Greg Louganis, Hans Christian Andersen, Cher, Thomas Edison, Albert Einstein, John Lennon, Pablo Picasso, entre otros.
Las características que manifiestan los niños y niñas disléxicos son el fracaso escolar, estar como “idos”, pueden ser inquietos, son hipersensibles, suspenden o reprueban aunque son inteligentes, están estigmatizados como “tontos”, carecen de autoestima y seguridad, parecen tristes y sin entusiasmo, les falta agudeza auditiva y dificultad con los idiomas; intelectualmente son inconstantes y se distraen con facilidad.
Por otra parte, los niños y niñas disléxicos también son creativos, curiosos, sensibles, no tienen atención ni memoria para lo que no entienden, son ensoñadores, tímidos, creativos, pueden padecer enuresis y terrores nocturnos, debido a su hipersensibilidad. El cerebro reptiliano y la amígdala son muy excitables y eso supone un estado de alerta mayor que les hace sentir el peligro con más facilidad que otros niños. Tienen una gran capacidad para entender los símbolos y su significado.
En la escuela los trastornos que suelen manifestar son:
Niños hasta 9 años:
· Particular dificultad para aprender a leer y escribir.
· Persistente tendencia a escribir los números en espejo o en dirección u orientación inadecuada.
· Dificultad para distinguir la izquierda de la derecha.
· Dificultad para aprender el alfabeto y las tablas de multiplicar y en general para retener secuencias, por ejemplo, los días de la semana, los dedos de la mano, los meses del año.
· Falta de atención y de concentración.
· Frustración, posible inicio de problemas de conducta.
Niños entre 9 y 12 años:
· Continuos errores en lectura, lagunas en comprensión lectora.
· Forma extraña de escribir, por ejemplo, con omisiones de letras o alteraciones del orden de las mismas.
· Desorganización para copiar cuidadosamente en la pizarra y en el cuaderno.
· Dificultad para seguir instrucciones orales.
· Aumento de la falta de autoconfianza y aumento de la frustración.
· Problemas de comprensión del lenguaje oral e impreso.
· Problemas conductuales: la impulsividad, corto margen de atención, inmadurez.
(La autora hace intervención con niños disléxicos usando constelaciones familiares con muñecos, en un centro de corrección de dislexia y dificultades de aprendizaje llamado La Llave de Don)
Las dinámicas que hemos encontrado son:
1ª DINÁMICA: La falta de atención en la escuela está relacionada con el afán constante de intentar reconciliar dos realidades irreconciliables, la del padre y la de la madre. La dislexia es una batalla de valores (entre los del padre y los de la madre)
Los disléxicos son visuales, tienen una asimilación muy veloz de las cosas y tienen una visión más amplia del espacio (al estar mirando simbólicamente a un lado y al otro constantemente, genera una visión de la realidad diferente.)
Esta amplia visión del espacio les crea dificultades a la hora de colocar las letras y las frases en el plano pudiendo caer del derecho o del revés. Sin embargo, todos los aprendizajes que se apoyen en esas habilidades espaciales, pueden dar muy buen resultado. Son investigadores natos.
Los disléxicos, al no estar colocados en su lugar, tienen problemas con el orden y les cuesta centrarse en una sola cosa.
2ª DINÁMICA: Prácticamente en todos los casos que se han visto, los padres del niño o niña disléxico son huérfanos de uno de sus progenitores, y se han quedado como "bloqueados" desde la muerte de éste. Es como si su mirada estuviera dirigida hacia ese hecho traumático que sucedió en su infancia o juventud. En muchas ocasiones el dolor es tan profundo que no han hecho el duelo y lo tienen enquistado. Lo que el niño o niña disléxica hace es traer a la conciencia familiar ese hecho.
Hacer el duelo significa asimilar el hecho de la muerte, no de la desaparición del progenitor, ya que éste siempre estará en el corazón de sus hijos. Los niños y niñas disléxicos sienten esa actitud de sus padres y la interpretan como que no están “aquí” del todo, que están con el progenitor (su abuelo) muerto, que su mirada está más allá de la vida. Lo que hacen entonces, es intentar traerles aquí y para eso generan comportamientos disfuncionales (si un padre o una madre está ocupada por su hijo, no se va con su padre o madre muerto, se queda con él para atenderle).
3ª DINÁMICA: Suele haber abortos que les han producido un gran dolor que no han mostrado. En este caso, la madre se ha quedado como en stand by y su mirada interior también está dirigida hacia el bebé que no nació.
Estas 2 últimas dinámicas son las que generan esa típica actitud de los disléxicos de estar “en Babia”.
RECOMENDACIONES DEL CENTRO “LA LLAVE DEL DON” PARA TENER EN CUENTA CON LOS NIÑOS DISLÉXICOS EN EL AULA.
· Predominio de técnicas escolares visuales.
· Enseñar a estudiar (investigar).
· Crear situaciones en donde los alumnos estudien en grupo.
· Incorporar el teatro, la música clásica, la pintura como herramientas usuales para realizar los trabajos.
· Dar contenidos que les interesen.
· Evaluar sus progresos en comparación con él mismo, con su nivel inicial, no con el nivel de los demás en sus áreas deficitarias.
· Si necesita adaptación curricular, ofrecérsela.
· Hágale saber que puede preguntar sobre lo que no comprenda.
· Dele tiempo en especial para copiar de la pizarra y tomar apuntes. En los exámenes es conveniente dejarles más tiempo o ponerles menos preguntas.
· Si lee para obtener información o para practicar, tiene que hacerlo en libros que estén al nivel de su aptitud lectora en cada momento.
· Evitar la corrección sistemática de todos los errores en su escritura.
· Evaluar los contenidos independientemente de las faltas de ortografía.
· Si hay disgrafía, evitar que vuelva a copiar enunciados que ya están en los libros.
· Muchas tareas no motivan, dejarle con ganas.
· Es fundamental hacer observaciones positivas sobre su trabajo, sin dejar de señalar aquello en lo que necesita mejorar y estar más a su alcance. Hay que elogiarlos y alentarlos siempre que sea posible.
· Enseñarle a comprender con sus palabras.
· Fijarnos en lo que ha avanzado, no en lo que todavía no ha conseguido.
· Aprenden idiomas de oído, la gramática les cuesta mucho.
· Tienen la habilidad de ver en su mente la solución de los problemas de matemáticas, pero les cuesta explicar la secuencia que les ha llevado a la solución ya que es uno de sus dones el ver de esa manera multidimensional.
CONSEJOS PARA LOS PADRES DE HIJOS DISLÉXICOS:
El papel más importante que tienen que cumplir los padres de niños disléxicos quizás sea el de apoyo emocional y social. El niño debe de saber que sus padres comprenden la naturaleza de sus problemas de aprendizaje. Esto requerirá frecuentemente el tener que dar al niño algún tipo de explicación acerca de sus dificultades disléxicas. El mensaje importante que hay que comunicar es que todos los implicados saben que el niño no es estúpido y que quizá ha tenido que esforzarse mucho más en su trabajo para alcanzar su nivel de lectura y escritura.
MUY INTERESANTE TODA ESTA INFORMACIÓN, GRACIAS POR COMPARTIRLA. BENDICIONES
ResponderEliminarMuchísimas gracias. La dislexia es un tema cada vez más frecuente que nos preocupa mucho a los educadores.
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